Assassin’s Creed, Notre Dame y el poder de la tecnología digital
La noche del 15 de abril de 2019, en el corazón de París, estalló un incendio. Notre Dame de París ardía en llamas: no solo una catedral, sino el corazón del gótico francés, símbolo de la cultura y la ingeniería medieval.
Mientras los bomberos luchaban contra el fuego y los historiadores contra la desesperación, la ayuda llegó desde un lugar inesperado: el mundo de los videojuegos.
Cuando el diseño de videojuegos se convierte en arqueología digital
En 2014, el estudio Ubisoft lanzó Assassin’s Creed Unity, un juego ambientado en el París del siglo XVIII. Uno de los escenarios principales era una reproducción virtual de Notre Dame.
La arquitecta del proyecto, Caroline Miousse, trabajó durante casi dos años, estudiando cada arco, estatua y vitral al detalle.
Utilizando fotogrametría, escaneos láser y fuentes históricas, el equipo de Ubisoft creó una de las réplicas digitales más precisas de la catedral.
Aunque el juego fue creado como un producto de entretenimiento, demostró el potencial del trabajo interdisciplinar, donde programación, ingeniería, historia y diseño se unen para lograr resultados extraordinarios.
Lo virtual salva lo real
Tras el devastador incendio, quedó claro que la réplica de Notre Dame en Unity era una de las reconstrucciones visuales más detalladas disponibles. Se comenzó a utilizar como fuente complementaria en el proceso de restauración:
• La modelo 3D de Unity permitió precisar la ubicación de elementos destruidos por el fuego.
• Ubisoft compartió los archivos del juego y su documentación con investigadores y restauradores.
• La empresa donó 500 000 € al fondo de reconstrucción y ofreció el juego gratis durante varios días para inspirar a las personas a explorar la historia a través de la tecnología.
Fue un ejemplo concreto de cómo la tecnología digital puede preservar el patrimonio cultural.
Una lección para futuros ingenieros y creadores
Para los alumnos de escuelas de robótica, la historia de Assassin’s Creed y Notre Dame no es solo una curiosidad del mundo gamer, sino un caso de estudio donde convergen las ciencias STEM y la cultura. ¿Qué lo hace tan valioso?
• Ingeniería: en la reconstrucción precisa de estructuras arquitectónicas.
• Matemáticas: en los cálculos, modelado y geometría.
• Tecnología y programación: en el desarrollo del motor del juego, el procesamiento de datos y la creación de gráficos 3D.
• Ciencia: en la investigación histórica, el análisis de materiales y estructuras.
Esta historia enseña algo fundamental: las habilidades STEM no solo sirven para construir robots o escribir código, también son una forma de preservar el pasado, imaginar el futuro y contribuir a causas humanas y culturales.
¿Los videojuegos del futuro: libros de texto o herramientas?
Los videojuegos actuales son cada vez más realistas, más precisos, más científicos. Lo que antes era “solo un juego” hoy es archivo digital, herramienta educativa y plataforma para experimentar.
Estamos ante una nueva era, donde los proyectos que combinan tecnología, ingeniería y creatividad transformarán el mundo real.
Y quizás, la próxima maravilla arquitectónica no la construya un arquitecto, sino un estudiante de robótica, armado con un editor 3D, un escáner láser y una gran pregunta: ¿y si…?