Cuando nace un hijo, algunos compran un libro… otros lo diseñan desde cero.
Cuando un programador se convierte en padre, puede comprar un juguete, regalar un libro…
O puede crear su propio sistema de ingeniería en forma de libro infantil.
Eso fue exactamente lo que hizo Chase Roberts: creó Computer Engineering for Babies, el primer libro de cartón del mundo que enseña a los bebés los fundamentos de la lógica, la electrónica y el pensamiento sistémico.
Sí, suena loco.
Pero en realidad, es una de las historias más claras e inspiradoras del mundo de la educación STEM.
Cómo empezó: pañales, soldador y un prototipo
Chase Roberts es ingeniero y programador. Cuando nació su hijo, en lugar de comprar un libro con agujeros y texturas, se preguntó:
“¿Por qué no hacer un libro que muestre cómo funciona la lógica, en lugar de explicarlo?”
Así nació la idea de Computer Engineering for Babies: un libro físico con botones, luces LED y circuitos lógicos reales.
Montó el primer prototipo con Arduino y una carcasa de madera.
Parecía una extraña consola de mando, pero con colores suaves, diseño amigable y una lógica clara:
👉 presiona botones → se encienden luces → cambia combinaciones → observa lo que pasa.
No es una clase. No es una instrucción.
Es una sandbox de ingeniería para los más pequeños.
¿Qué hay dentro? Lógica en modo balbuceo
La idea principal no es enseñar, sino dejar que se experimente.
En lugar de texto, hay operaciones lógicas simples:
- botón A,
- botón B,
- y el resultado: una luz que se enciende o no.
Poco a poco, el niño capta intuitivamente:
- que dos botones juntos = otra reacción;
- que el orden y la combinación importan;
- que un mismo botón puede tener distintos efectos según el contexto.
Esto no es magia.
Es la base de cualquier computadora. Lo mismo que enseñan los cursos de lógica en la universidad.
Solo que Computer Engineering for Babies abre esa puerta desde los 6 meses… y con luces parpadeantes.
La educación empieza antes de lo que crees
Chase Roberts no llama a su libro un "manual".
Él dice:
“Solo quería hacer algo para mí y mi hijo. Algo divertido… y con un poco de propósito.”
Y así son los mejores productos educativos.
No imponen teoría.
No “enseñan”.
No se centran en notas.
Su misión es despertar la curiosidad. Hacer que el niño diga:
“¡Oh, esto funciona! ¿Y si lo hago de otra forma?”
¿Te suena?
Así es como empiezan los verdaderos descubrimientos de ingeniería.
¿Cómo se volvió viral el proyecto?
Tras algunos prototipos exitosos, Roberts lanzó una campaña en Kickstarter.
Y lo inevitable ocurrió:
Internet explotó.
👨💻 Padres programadores compartieron el proyecto en masa:
“¡Esto es justo lo que quería para mi hijo!”
👩🏫 Educadores debatían cómo aplicar esta mecánica en la etapa preescolar.
🏭 Fabricantes ofrecieron producirlo en serie.
La campaña superó los $50,000 y Computer Engineering for Babies llegó a Amazon, tiendas científicas y centros educativos.
¿Por qué es importante para las escuelas de robótica y el futuro STEM?
📘 Demuestra que todo puede explicarse — si eliges la forma correcta.
No hay temas “demasiado complejos para niños”. Lo complejo no es un hecho, es una cuestión de diseño.
👨👧 Es un puente entre padres y tecnología.
Roberts no es docente. Es un ingeniero que dijo:
“Quiero mostrarle a mi hijo lo que hago.”
Y lo logró. Sin aburrir. Solo con botones, luz y juego.
🧩 Es un formato sandbox listo para usar.
Igual que en nuestra escuela de robótica, se aplica el principio:
“Nada de calificaciones, solo botones, reacción, hipótesis, ensayo y la alegría del ‘¡Eureka!’”.
Incluso un bebé siente que tiene control sobre el sistema.
Y eso es el inicio del pensamiento ingenieril.
Conclusión: la tecnología no tiene edad
Esta historia nos recuerda algo importante:
Para acercar a un niño a las ciencias STEM, no hay que esperar a la escuela.
La chispa puede encenderse antes:
👉 con botones,
👉 con luces,
👉 con juego.
Y sobre todo — con el ejemplo personal.
Un solo ingeniero creó un libro para su hijo…
y le mostró al mundo que la ingeniería puede ser amable, clara, divertida…
y puede comenzar en los primeros meses de vida.